Quizás te parezca demasiado bueno para ser verdad, pero para estas chicas, las noches de VIP son la norma.
Los chismes de los tabloides son como una bien lubricada maquinaria,que en gran parte, depende de fuentes como las reporteras de la vida nocturna, o club girls, que son quienes les informan de lo último que ha ocurrido con las Hilton, las Lohan o las Kardashian. Estas chismosas profesionales son una especie de única. Necesitan escurrírsele al portero , hacer amigos con rapidez, infiltrarse en el grupoíntimo del famoso y obtener la historia.
CHISMOSAS DE PROFESIÓN
La experiencia de Suzanne Coppin es típica. Por esa combinación de belleza, seguridad y conexiones, encajaba perfectamente en la escena de los night clubs, así que fue facil que la emplearan. "Los tabloides están en el negocio de buscaer chicas atractivas que hagan bien el papel. Una actriz amiga mía me preguntó si quería ser club girl y enseguida la dije que sí", dice Coppin.
Coppin comenzó a hacer noticia mientras trabajaba clandestinamente para la conocida revista estadounidense .Star. "Era un empleo increible", cuenta. "Al principio nos pusieron en un solo club, pero descubrí que era mejor saltar de uno en otro. Leonardo Di Caprio, por ejemplo, podía estar en el Hyde, y después irse al Nobu, asi que hicimos relaciones con los paparazzi, nos "texteabamos" para mantenernos al tanto de quién estaba dónde, y nos pasábamos la noche recorriendo la ciudad".
Los buenos contactos son esenciales en este trabajo. no puedes dejar que te vean en una fila esperando para entrar a algún club. Coppin explica: "Viví en Nueva York por nueve años y frecuentaba los Night Clubs a los que acuden las grandes celebridades y los publicistas tienen contactos donde acuerdan guardar silencio. Pero Gaby Gomez,quien trabajaba para el club Chapter8, que frecuentaban las Kardashian, estaba dispuesta a hablar. "Los relacionistas públicos nos llamaban para decirnos que su cliente estaba estaba al allegar, sobre todo si estaban promoviendo un film , o cualquier otro tipo de proyecto para el que necesitaban publicidad", explica."A veces, nos pedían hacer reservaciones de modo incógnito y respetábamos su privacidad, pero si nos decían nadad de eso, los propios promotores llamaban a alguno de los medios, como TMZ. y si era una gran estrella, como Kourtney o Kloe Kardashian, hasta les pagaban de US $500 a $1000 por el tip".
"Gran parte de la labor consitía en ofrecer información totalmente superficial", revela Coppin. "Se me pedía que me enterara de lo que estaban bebiendo, de lo que llevaban puesto, conqué musica bailaban.... Una vez ví a Gerard Butler y a Cameron Díaz besuqueándose, y enseguida fue noticia en todas partes. Pero yo tenpia una regla básica : no decir ni hacer nada que arruinara la relación o la carrera de alguien".
LA DESVENTAJA
Otra parte muy difícil dek trabajo es saber donde poner límites. "Yo traje a unas cuantas amigas más jóvenes al negocio y perdieron el control", dice Coppin. "Se nos anima a consumir drogas. Como me dijo un ex jefe: Es el mejor modo de sacarle información a alguien: han infringido la ley juntos y te has ganado su confianza. Los únicos que son más juerguistas que los famosos son los que chismean sobre ellos".
Pero hasta para las club girls mejor conectadas que no sucumben ante el exceso de juergas, el trabajo sólo puede durar cierto tiempo. Para Kate Major otra ex reportera de Star, su carrera terminó cuando se convirtió en una celebridad de menor categoría, después de comenzar una relación con Jon Gosselin, protagonista del reality show Jon & Kate Plus 8. Exponerse demasiado o involucrarse con una estrella son dos formas seguras de estropear la labor encubierta que realizan.
Para Coppin, la decisión de abandonar e trabajollegó justo a tiempo y fue planeada. "Ya estaba harta de tener que salir noche tras noche cuando la gente me empezó a delatar. Me impidieron entrar en el Bolthouse y más tarde en el Alliance". (Para ser justos, no fué sólo por andar observando a las celebridades que ella pudo al descubierto, hubo mucha publicidad con respecto a un triángulo amoroso con cierto jugador de futbol portugués...). Y entonces surgió la historia sobre Cristiano Ronaldo y yo... y terminé liquidada.
Su trabajo como Club Girl le sirvió para impulsar su carrera, y hoy Coppin escribe una columna, es la estrella de una atrevida serie bio gráfica para Playboy y está escribiendo sus memorias (como Sussy McCoppin), donde habla de sus affairs con actores y músicos, incluyendo a Robbie Williams,Russell Brand y Adrian Grenier. Aunque Coppin no lo dice directamente, sus palabras permiten inferir que retirarse por cuenta de Ronlado es, en el mundo de las club girls, una salida honorable.
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