miércoles, 15 de febrero de 2012

Sexo Virtual.


Hola! pues ya estamos aqui de regreso.

A ver, cuentenos, quién de aquí ha tenido sexo virtual, yo creo que todos hemos caido un poquito en este jugueteo, y no esta mal, solo, y cada vez que lo hagan, tengan cuidado... mucho cuidado.

Les dejo esto que en lo personal. se me hace bien interesante...

Las formas de relación erótica a través de internet están cargadas de contradicciones, engaños, juegos y diversión, y aunque pocas se tornan reales, los participantes se liberan de la represión sexual, se entretienen y son legión



¿Por qué piensas que soy una mujer hermosa? Podría ser cualquiera: un hombre peludo en sus seis décadas, un adolescente evadiendo su tarea, un gay de closet... Convertirte en un perfil, enfundarte en una fotografía y salir al espacio cibernético a provocar el deseo, la fantasía de millones de usuarios, es el pasatiempo nocturno, la evasión del trabajo, la experiencia adúltera, la satisfacción del apetito sexual reprimido o el plan de vida de millones de personas alrededor del mundo. La búsqueda de caricias virtuales, o de encuentros reales que se median por la conquista ciberal, va más allá de las palabras: en el ciberespacio la imagen cuenta. Viajar por la red para estimular o realizar el deseo es subirse al trasatlántico de la relación sexual ideal en busca del ser virtual perfecto.
En el espacio cibernético existen recursos para saciar de mil formas el apetito sexual, incluso evadiéndolo —en la negación de las condiciones fisiológicas de cada quien se puede pretender ser mujer siendo hombre y muchas combinaciones más. Se utilizan desde las páginas para encuentros entre adultos hasta el Facebook, que empezó como un invento de universitarios solitarios en los Estados Unidos y donde hoy algunos participantes se muestran desnudos con una erección o con lencería que apenas cubre lo necesario.
La oferta es variada y los servicios dependen del dinero que el cliente esté dispuesto a pagar.
Puede empezar como una breve probadita de cuerpos semidesnudos contoneándose frente a la cámara, mientras la bailarina lejana invita al espectador a introducir los datos de su tarjeta de crédito para comenzar el romance. La mirada fija de la belleza en pantalla promete trato preferencial, ofrece momentos de unicidad al cibernauta. Otras mujeres “traviesas” piden ingresar a su página en donde exhiben, sin ropa, su colección de botas de tacón alto, o sus minifaldas que no esconden la falta de ropa interior: Naughty thigh boots. Ahora que para aquellos a quienes les guste sentir el látex, las vibraciones, el popper, los ruidos eróticos, las texturas del plástico y los sabores más diversos en formas fálicas, también hay venta de juguetes eróticos en línea.
Al imaginar la cantidad de cuerpos desnudos que pueden verse y transitar en más de 187 millones de sitios que componen la red, se acalambra la idea de privacidad basada en el pudor. El Messenger es uno de los instrumentos que permiten enviar y recibir mensajes, fotografías y videos para alimentar una relación en tiempo virtual con otros interesados alrededor del mundo. Y qué decir de los blogs, tan meticulosamente trabajados y alimentados por sus creadores para invitar a los cibernautas a calificar las partes del cuerpo del autor o de otras personas. Una advertencia para quienes busquen concretar los encuentros: no existe nada más taquillero que el cuerpo femenino. La consigna, trátese de quien se trate, es decir que se es mujer; el detalle delator son las fotos de mujeres famosas o irreales; bien harían los interesados en elegir algo menos exuberante. Otra fachada común es la de las mujeres en una relación heterosexual dispuestas a convencer a otras mujeres sobre lo bueno que es compartir a “su hombre”, o lesbianas buscando a otras mujeres. Si el varón encubierto acierta, suele llevarse momentos de satisfacción gratuita con sólo invertir varias tardes de oficina o noches de soledad chateando frente a la computadora. Claro, la idea es decir que él-ella no tiene video cámara, y poder llevar así la argucia hasta sus últimas consecuencias.

C1: Se ven muy lindos en la foto, ella tienes un cuerpo increíble, perdón pero lo tengo que decir y pues en tu caso no alcanzo a ver mucho, ¿eh? Pero imagino que serás muy lindo, para tener una chica así

PH3: Gracias, lástima que de ti no haya muchas imágenes
C1: Es que soy nueva en este rollo y la verdad es que no sé como funciona, ¿crees que debo poner mas, cómo de que tipo te gustaría?
PH3: Pues de lo que más te guste de tu cuerpo y si es con alguien más, mucho mejor. ¿Qué te llama la atención del mundo sw?
C1: ¿Te parece si hacemos una cosa?
PH3: Dime
C1: Mandémonos un mail, para saber qué buscamos
PH3: ¿Tú y yo?
C1: Tipo, qué nos gusta hacer, qué buscamos en el sexo, los tres, en la cama, todo el rollito
PH3: Ok
C1: Y vemos si nos encontramos el fin
PH3: Oye,
C1: ¿Sí?
PH3: Tengo un amigo que quiere trío con una chica como tú, te animarías, seriamos dos contigo…
Por otra parte, la monotonía o hastío que puede traer el sexo real, dentro de las formas socialmente establecidas como normales y generalmente ligadas a la reproducción, tiene salidas virtuales. Aquellos que pueden pagar un viaje al Les Chandellers, club swinger parisino preferido por los bellos, ricos y, en ocasiones, famosos, pueden recurrir a la página de una agencia de viajes especializada en el mundo del intercambio de parejas. Aquellos que prefieren la comodidad de su casa, el anonimato de la computadora, la ventaja de no tener que preocuparse por la higiene corporal o el qué dirán de su ropa o apariencia física, pueden acceder a algunos de los numerosos videojuegos en línea, en los que el jugador puede tener sexo con otros personajes.
El sexo en videojuegos fue iniciado por la compañía Mystique en el Atari 2600, y evolucionó hasta llegar a la sofisticación de los extraterrestres azulados en 3D de Mass Effect, los cuales pueden adquirir el sexo que el jugador prefiera y sostener encuentros sexuales con otros personajes. Los videojuegos de sexo en línea se dedican a hacer virtualmente posible cualquier fantasía sexual. Estos instrumentos de entretenimiento marcan una línea muy delgada entre la legalidad del mundo virtual y la del real; por ejemplo, cuando exhiben escenas de pornografía infantil con personajes 3D. En la red el dinero para consumo de sexo no falta. Según Paul Joannides en el libro Guide to Get it On, los consumidores por excelencia son hombres de entre 35 y 50 años; el género y grupo de edad con mayor poder adquisitivo.

Pero el ciberespacio no se libra de acoger los valores que rigen la vida real, trasladándolos a la realidad virtual. La reproducción de estereotipos es utilizada para crear perfiles que agraden a los demás cibernautas. Un caso es el de los sitios para citas entre adultos, en los cuales se potencia, desarrolla y aprovecha el sentido de comunidad, de comunión más allá de la búsqueda por satisfacer una fantasía. Uno de los argumentos recurrentes es la necesidad de encontrar amigos, gente interesante, personas con quienes compartir relaciones cuidadosas, ya sean sexuales o no. La “comunidad” parece explicar el deseo sexual que los usuarios buscan satisfacer a través de estos sitios: quizá el hacedor del perfil nunca muestre su rostro real a los miembros de la comuna, pero debe quedar claro que anhela pertenecer a ella. La fantasía es pues un instrumento y una búsqueda del cibernauta sexual. Si el engaño es compañero o no de la fantasía que se vive en la red, tendría que ver con la idea de si hay o no realidad en el mundo virtual: “La atención está centrada en alinear tu presencia virtual con tu esencia real, y usar la experiencia como un proceso de crecimiento”, según escribió Eve Hogan, conferencista motivacional y autora de varios libros como Virtual Foreplay: Making your online relationship a real success. Aquí la pregunta es si la “esencia real” importa en el cibersexo. ¿El perfil personal se construye con apego a la realidad, o bien a lo que se desea obtener, es decir con base a estándares comúnmente aceptados por otros? ¿La expansión acarrea la liberación del cuerpo real o el desvanecimiento de la esencia del mismo?
El cibersexo también puede ser una alternativa a la satanización del placer sexual que diferentes sociedades han reproducido de manera milenaria. Después de navegar por los sitios de contenido sexual en la red, puede sentirse mayor familiaridad con el cuerpo humano al desnudo. Aunque ese cuerpo no necesariamente se desprenda de los cánones de belleza imperantes o de la obsesión contemporánea por ciertas normas de higiene confundidas con la estética: hay blogs que insisten en el mal gusto o desaseo del vello púbico en las mujeres, entre otras minucias, pero no es de dudar que muchos usuarios hayan redescubierto o descubierto su corporeidad como medio de placer a través de internet. Cuando en la vida real una relación sexual generalmente se inicia mirando a los ojos o al rostro, en el mundo virtual se caracterizan por originarse mirando primero directamente al cuerpo, dice Dennis Waskul, sociólogo de la Universidad de Minnesota.
C1: tú que buscas…, eso de las mujeres lindas está muy general
SOLTERO DE 34: hétero mami
C1: dime más
S34: bueno la vdd me encantaría tener una partner para las fechorías
C1: jajajaja, no son fechorías, mi rey. Oye, una cosa; el otro día estaba chateando con una persona y le dije que la apariencia importaba y me cerró la conversa. ¿Por qué?
S34: jaja, porkestaba horrible


   

“Tu perfil es muy interesante”, es una frase recurrente en los mensajes de contacto. La cuestión es si frente a frente también logrará el mismo efecto sobre el otro. En sitios de redes sociales para adultos, como SDC o AFF, las opiniones sobre el perfil de los otros generalmente son agradables, halagüeñas, coquetas. El trayecto de revelar tu personalidad lleva a responder si la gente confía en el usuario, si se es el primero que quiere irse de la fiesta, si se prefiere el mundo imaginario a la realidad o si se tiene algún plan de retiro para la vejez. Las preguntas van desde si se utilizan cupones de descuento con frecuencia hasta si se toman decisiones con el corazón o con la lógica. Los recursos de la conquista del cibercaballero son varios: mensajes de voz, flores, correos, fotos, videos o llamadas de telefónicas. Todo para estimular los sentidos de la conquista. Aunque también hay quien no se anda con rodeos. En la descripción de la búsqueda se deja en claro que se desea compartir momentos de intimidad, no la vida. Solicitudes de “sin drama”, “diversión”, “pasarla bien” aparecen constantemente. Sin embargo, volviendo al cibercaballero y, quizá, al futuro ciberpadredefamilia, también hay los que buscan a su alma gemela. La doble moral llevada al ciberespacio encuentra el freno en la popularidad de NSA, que significa: no strings attached, lo que en español sería sin compromisos o sin condiciones. Todo depende de la intención del pasatiempo: la evasión del trabajo, el pasar frente al ordenador las noches solitarias, la estimulación erótica o la búsqueda de encuentros de sexo presencial… la bibliografía y numerosas experiencias recogidas para este reportaje indican que, cuando menos entre heterosexuales, son más aquellos que usan la red para fantasear. Porque el internet “no desaparece la competencia”: mentir sobre la apariencia con frecuencia lleva a que el romance virtual sea sucedido por la huida real. Virtualmente no es necesario ser, sino aparentar que se es, pero la realidad tiene reglas más crudas y la frustración por el rechazo no se apaga con el ordenador. La pertenencia a una comunidad no es cosa del internet, y lo que sí garantiza la acción en la red, como todo acto social, es la disminución de la privacidad: cada quien decide la medida de su pudor.
C1: ¿En serio tienes 34? No importa, ¿eh?
S34: Sipi
C1: A mí no me molesta que los hombres sean maduros, de hecho me gusta; mi última relación fue con un hombre de 49
S34: Bueno, acabo de cumplir 39, la vdd, esto debe ser muy honesto y no te kiero mentir
C1: Totalmente
S34: Vivo con mi novia.

1 comentario:

  1. Nos encontramos ante un miedo a enfrentar una realidad y a la sociedad tal y como es,incapacidad de relacionarse ante el mundo real y asi cubren su miedo y se muestran tal y como lo desean ser y de una forma en la que nadie sale lastimado y sin algun compromiso que los ate de por vida se puede decir,lo peor de todo es que del otro lado es la misma situaciòn,entonces viven en un mundo de constante engano con una falsa "felicidad".

    Muchas gracias Lila,como siempre geniales tus aportaciones.

    ResponderEliminar